Historia de San Estanislao

Cualquiera que lea la historia de Europa del Este no puede evitar toparse con el nombre de Estanislao, el santo pero trágico obispo de Cracovia, patrón de Polonia. Se le recuerda con los santos Tomás Moro y Tomás Becket por su vigorosa oposición a los males de un gobierno injusto.

Nacido en Szczepanow, cerca de Cracovia, el 26 de julio de 1030, fue ordenado sacerdote después de haber sido educado en las escuelas catedralicias de Gniezno, entonces capital de Polonia, y en París. Fue nombrado predicador y arcediano del obispo de Cracovia, donde su elocuencia y ejemplo provocaron verdaderas conversiones en muchos de sus penitentes, tanto clérigos como laicos. Se convirtió en obispo de Cracovia en 1072.

Durante una expedición contra el Gran Ducado de Kiev, Estanislao se involucró en la situación política de Polonia. Conocido por su franqueza, dirigió sus ataques a los males del campesinado y del rey, especialmente las guerras injustas y los actos inmorales del rey Boleslao II.

El rey primero se excusó, luego hizo una demostración de penitencia y luego volvió a sus viejas costumbres. Estanislao continuó su abierta oposición a pesar de los cargos de traición y amenazas de muerte, y finalmente excomulgó al rey. Enfurecido, este último ordenó a los soldados que mataran al obispo. Cuando se negaron, el rey mató a Estanislao con sus propias manos.

Obligado a huir a Hungría, Boleslao supuestamente pasó el resto de su vida como penitente en la abadía benedictina de Osiak.

Reflexión

Los santos Juan Bautista, Tomás Becket, Tomás Moro y Estanislao son algunos de los profetas que se atrevieron a denunciar la corrupción en las altas esferas. Siguieron los pasos del mismo Jesús, quien señaló la corrupción moral en el liderazgo religioso de su época. Es un negocio arriesgado.

11 de abril