Historia de San Pío V

Este es el Papa cuyo trabajo fue implementar el histórico Concilio de Trento. Si pensamos que los papas tuvieron dificultades para implementar el Concilio Vaticano II, Pío V tuvo problemas aún mayores después de Trento cuatro siglos antes.

Durante su papado (1566-1572), Pío V se enfrentó a la responsabilidad casi abrumadora de poner de nuevo en pie a una Iglesia destrozada y dispersa. La familia de Dios había sido sacudida por la corrupción, por la Reforma, por la amenaza constante de la invasión turca y por las disputas sangrientas de los jóvenes estados-nación. En 1545, un papa anterior convocó el Concilio de Trento en un intento de abordar todos estos problemas apremiantes. De vez en cuando durante 18 años, los Padres de la Iglesia discutieron, condenaron, afirmaron y decidieron un curso de acción. El Concilio se cerró en 1563.

Pío V fue elegido en 1566 y se le encomendó la tarea de implementar las amplias reformas solicitadas por el Concilio. Ordenó la fundación de seminarios para la adecuada formación de los sacerdotes. Publicó un nuevo misal, un nuevo breviario, un nuevo catecismo y estableció las clases de la Cofradía de la Doctrina Cristiana para los jóvenes. Pío celosamente hizo cumplir la legislación contra los abusos en la Iglesia. Sirvió pacientemente a los enfermos y a los pobres mediante la construcción de hospitales, proporcionando comida a los hambrientos y entregando el dinero que habitualmente se usaba para los banquetes papales a los pobres romanos conversos. Su decisión de seguir usando el hábito dominicano llevó a la costumbre, hasta el día de hoy, de que el Papa use una sotana blanca.

Al esforzarse por reformar tanto la Iglesia como el Estado, Pío se encontró con la vehemente oposición de la reina Isabel de Inglaterra y del emperador romano Maximiliano II. Los problemas en Francia y en los Países Bajos también obstaculizaron las esperanzas de Pío de una Europa unida contra los turcos. Sólo en el último momento pudo organizar una flota que obtuvo una victoria decisiva en el golfo de Lepanto, frente a Grecia, el 7 de octubre de 1571.

La incesante búsqueda papal de Pío por una renovación de la Iglesia se basó en su vida personal como fraile dominico. Pasaba largas horas con su Dios en oración, ayunaba rigurosamente, se privaba de muchos lujos papales habituales y observaba fielmente el espíritu de la Regla dominicana que había profesado.

Reflexión

San Pío V y San Pablo VI guiaron a la familia de Dios en su vida personal y en sus acciones como Papas en el proceso de interiorizar e implementar el nuevo nacimiento llamado por el Espíritu en los Concilios mayores. Con celo y paciencia, Pío y Pablo prosiguieron los cambios propuestos por los Padres del Concilio. Como Pío y Pablo, también nosotros estamos llamados a un cambio constante de corazón y de vida.

30 de abril