La historia de San Ansgar

El “apóstol del norte” (Escandinavia) tuvo suficientes frustraciones para convertirse en santo, y lo hizo. Se hizo benedictino en Corbie, Francia, donde había sido educado. Tres años más tarde, cuando el rey de Dinamarca se convirtió, Ansgar fue a ese país para realizar tres años de trabajo misionero, sin éxito notable. Suecia pidió misioneros cristianos, y él fue allí, sufriendo la captura de piratas y otras dificultades en el camino. Menos de dos años después, fue recordado, para convertirse en abad de New Corbie (Corvey) y obispo de Hamburgo. El Papa lo nombró legado para las misiones escandinavas. Los fondos para el apostolado del norte se detuvieron con la muerte del emperador Luis. Después de 13 años de trabajo en Hamburgo, Ansgar lo vio reducido a cenizas por la invasión de los hombres del norte; Suecia y Dinamarca volvieron al paganismo.

Dirigió nuevas actividades apostólicas en el norte, viajó a Dinamarca y fue fundamental en la conversión de otro rey. Mediante el extraño recurso de echar suertes, el rey de Suecia permitió el regreso de los misioneros cristianos.

Los biógrafos de Ansgar comentan que fue un predicador extraordinario, un sacerdote humilde y ascético. Se dedicó a los pobres y los enfermos, imitando al Señor al lavarles los pies y servirles en la mesa. Murió en paz en Bremen, Alemania, sin lograr su deseo de ser mártir.

Suecia volvió a ser pagana después de su muerte y permaneció así hasta la llegada de los misioneros dos siglos después. San Ansgar comparte su fiesta litúrgica con San Blas el 3 de febrero.

Reflexión

La historia registra lo que la gente hace, en lugar de lo que es. Sin embargo, el coraje y la perseverancia de hombres y mujeres como Ansgar solo pueden provenir de una base sólida de unión con el Misionero valiente y perseverante original. La vida de Ansgar es otro recordatorio de que Dios escribe recto con renglones torcidos. Cristo cuida a su manera los efectos del apostolado; primero se preocupa por la pureza de los apóstoles mismos.

1 de febrero