La historia de San Leopoldo Mandic

Los cristianos occidentales que están trabajando por un mayor diálogo con los cristianos ortodoxos pueden estar cosechando los frutos de las oraciones del Padre Leopold.

Nativo de Croacia, Leopoldo se unió a los franciscanos capuchinos y fue ordenado varios años después a pesar de varios problemas de salud. No podía hablar lo suficientemente alto como para predicar en público. Durante muchos años también sufrió de artritis severa, problemas de visión y dolencias estomacales.

Durante varios años, Leopoldo enseñó patrología, el estudio de los Padres de la Iglesia, a los clérigos de su provincia, pero es más conocido por su trabajo en el confesionario, donde a veces pasaba de 13 a 15 horas al día. Varios obispos buscaron su consejo espiritual.

El sueño de Leopoldo era ir a los cristianos ortodoxos y trabajar por la reunión del catolicismo romano y la ortodoxia. Su salud nunca se lo permitió. Leopoldo renovaba a menudo su voto de ir a los cristianos orientales; la causa de la unidad estaba constantemente en sus oraciones.

En un momento en que el Papa Pío XII dijo que el mayor pecado de nuestro tiempo es “haber perdido todo sentido del pecado”, Leopoldo tenía un profundo sentido del pecado y un sentido aún más firme de la gracia de Dios esperando la cooperación humana.

Leopoldo, que vivió la mayor parte de su vida en Padua, murió el 30 de julio de 1942 y fue canonizado en 1982. En la liturgia romana su fiesta se celebra el 30 de julio.

Reflexión

San Francisco aconsejó a sus seguidores “buscar lo que deben desear sobre todas las cosas, tener el Espíritu del Señor y su santo modo de obrar” (Regla de 1223 , Capítulo 10), palabras que Leopoldo vivió. Cuando el ministro general capuchino escribió a sus frailes con motivo de la beatificación de Leopoldo, dijo que la vida de este fraile mostraba “la prioridad de lo esencial”.

12 de mayo