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17 de noviembre | Santa Isabel de Hungría

Santa Isabel de Hungría

Historia de Santa Isabel de Hungría

En su corta vida, Isabel manifestó un amor tan grande por los pobres y los que sufren que se ha convertido en la patrona de las organizaciones benéficas católicas y de la Orden Franciscana Seglar. Hija del rey de Hungría, Isabel eligió una vida de penitencia y ascetismo cuando una vida de ocio y lujo podría haber sido la suya. Esta elección la hizo querer en los corazones de la gente común en toda Europa.

A la edad de 14 años, Isabel se casó con Luis de Turingia, a quien amaba profundamente. Ella dio a luz a tres hijos. Bajo la dirección espiritual de un fraile franciscano, llevó una vida de oración, sacrificio y servicio a los pobres y enfermos. Buscando convertirse en uno con los pobres, vestía ropa sencilla. Diariamente llevaba pan a cientos de los más pobres de la tierra que acudían a su puerta.

Después de seis años de matrimonio, su esposo murió en las Cruzadas y Elizabeth quedó desconsolada. La familia de su esposo la consideró como si estuviera desperdiciando la bolsa real y la maltrató, y finalmente la echó del palacio. El regreso de los aliados de su esposo de las Cruzadas resultó en su reintegro, ya que su hijo era el heredero legal del trono.

En 1228, Isabel se unió a la Orden Franciscana Seglar y pasó los años restantes de su vida cuidando a los pobres en un hospital que fundó en honor a San Francisco de Asís. La salud de Isabel se deterioró y murió antes de cumplir los 24 años en 1231. Su gran popularidad resultó en su canonización cuatro años después.

Reflexión

Isabel entendió bien la lección que Jesús enseñó cuando lavó los pies de sus discípulos en la Última Cena: el cristiano debe ser aquel que sirve a las necesidades más humildes de los demás, incluso si sirve desde una posición elevada. De sangre real, Isabel podría haberse enseñoreado de sus súbditos. Sin embargo, les sirvió con un corazón tan amoroso que su breve vida ganó para ella un lugar especial en el corazón de muchos. Isabel también es un ejemplo para nosotros al seguir la guía de un director espiritual. El crecimiento en la vida espiritual es un proceso difícil. Podemos jugar juegos muy fácilmente si no tenemos a alguien que nos desafíe.

17 de noviembre

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