Historia del Beato Miguel Agustín Pro

“¡Viva Cristo Rey!”— ¡Viva Cristo Rey! — fueron las últimas palabras que pronunció Pro antes de ser ejecutado por ser sacerdote católico y servir a su rebaño.

Nacido en una familia próspera y devota en Guadalupe de Zacatecas, México, Miguel ingresó a los jesuitas en 1911, pero tres años después huyó a Granada, España, debido a la persecución religiosa en México. Fue ordenado en Bélgica en 1925.

El padre Pro regresó inmediatamente a México, donde sirvió a una Iglesia obligada a pasar a la “clandestina”. Celebraba la Eucaristía clandestinamente y ministraba los demás sacramentos a pequeños grupos de católicos.

Él y su hermano Roberto fueron arrestados por cargos falsos de intentar asesinar al presidente de México. Roberto se salvó, pero Miguel fue sentenciado a ser fusilado el 23 de noviembre de 1927. Su funeral se convirtió en una demostración pública de fe. Miguel Pro fue beatificado en 1988.

Reflexión

Cuando el p. Miguel Pro fue ejecutado en 1927, nadie podría haber previsto que 52 años después el obispo de Roma visitaría México, sería recibido por su presidente y celebraría misas al aire libre ante miles de personas. El Papa Juan Pablo II realizó viajes adicionales a México en 1990, 1993, 1999 y 2002. Quienes proscribieron a la Iglesia Católica en México no contaron con la fe arraigada de su pueblo, y la disposición de muchos de ellos, como Miguel Pro , para morir como mártires.

23 de noviembre