La historia del Beato Bartolomé de Vicenza

Los dominicos honran hoy a uno de los suyos, el Beato Bartolomé de Vicenza. Este fue un hombre que usó sus habilidades como predicador para desafiar las herejías de su época.

Bartolomé nació en Vicenza alrededor de 1200. A los 20 años, ingresó a los dominicos. Después de su ordenación, se desempeñó en varios puestos de liderazgo. Siendo un joven sacerdote, fundó una orden militar cuyo propósito era mantener la paz civil en los pueblos de toda Italia.

En 1248, Bartolomé fue nombrado obispo. Para la mayoría de los hombres, tal nombramiento es un honor y un tributo a su santidad y sus demostradas habilidades de liderazgo. Pero para Bartolomé, era una forma de exilio impulsada por un grupo antipapal que estaba muy feliz de verlo partir hacia Chipre. Sin embargo, no muchos años después, Bartholomew fue trasladado de regreso a Vicenza. A pesar de los sentimientos antipapales que aún eran evidentes, trabajó diligentemente, especialmente a través de su predicación, para reconstruir su diócesis y fortalecer la lealtad del pueblo a Roma.

Durante sus años como obispo en Chipre, Bartolomé se hizo amigo del rey Luis IX de Francia, de quien se dice que le dio al santo obispo una reliquia de la corona de espinas de Cristo.

Bartolomé murió en 1271 y fue beatificado en 1793.

Reflexión

A pesar de las oposiciones y obstáculos, Bartolomé se mantuvo fiel a su ministerio al Pueblo de Dios. Enfrentamos desafíos diarios a nuestra fidelidad y deberes también. Quizá Bartolomé pueda servirnos de inspiración en nuestros momentos más oscuros.

27 de octubre