2 de octubre | Fiesta de los Ángeles Custodios
La historia de la fiesta de los ángeles guardianes
Quizás ningún aspecto de la piedad católica es tan reconfortante para los padres como la creencia de que un ángel protege a sus pequeños de los peligros reales e imaginarios. Sin embargo, los ángeles de la guarda no son solo para los niños. Su función es representar a las personas ante Dios, velar por ellas siempre, ayudar en su oración y presentar sus almas a Dios en el momento de la muerte.
El concepto de un ángel asignado para guiar y nutrir a cada ser humano es un desarrollo de la doctrina católica y la piedad basada en las Escrituras pero no extraídas directamente de ellas. Las palabras de Jesús en Mateo 18:10 apoyan mejor la creencia: “Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles en el cielo miran siempre el rostro de mi Padre celestial”.
La devoción a los ángeles comenzó a desarrollarse con el nacimiento de la tradición monástica. San Benito le dio impulso y San Bernardo de Claraval, el gran reformador del siglo XII, fue un portavoz tan elocuente de los ángeles custodios que la devoción angélica asumió su forma actual en su época.
Una fiesta en honor de los ángeles de la guarda se observó por primera vez en el siglo XVI. En 1615, el Papa Pablo V lo añadió al calendario romano.
Reflexión
La devoción a los ángeles es, en el fondo, una expresión de fe en el amor perdurable de Dios y en el cuidado providencial que se extiende a cada persona día tras día.
2 de octubre