Historia de San Wenceslao

Si los santos han sido falsamente caracterizados como "de otro mundo", la vida de Wenceslao es un ejemplo de lo contrario: defendió los valores cristianos en medio de las intrigas políticas que caracterizaron a la Bohemia del siglo X.

Wenceslao nació en 907 cerca de Praga, hijo del duque de Bohemia. Su santa abuela, Ludmilla, lo crió y buscó promoverlo como gobernante de Bohemia en lugar de su madre, quien favorecía a las facciones anticristianas. Ludmilla finalmente fue asesinada, pero las fuerzas cristianas rivales permitieron que Wenceslao asumiera el liderazgo del gobierno.

Su gobierno estuvo marcado por los esfuerzos hacia la unificación dentro de Bohemia, el apoyo a la Iglesia y las negociaciones de paz con Alemania, una política que le causó problemas con la oposición anticristiana. Su hermano Boleslav se unió a la trama y en septiembre de 929 invitó a Wenceslao a Alt Bunglou para la celebración de la fiesta de los Santos Cosme y Damián. De camino a misa, Boleslav atacó a su hermano y, en la lucha, Wenceslao fue asesinado por partidarios de Boleslav.

Aunque su muerte se debió principalmente a la agitación política, Wenceslao fue aclamado como mártir de la fe y su tumba se convirtió en un santuario de peregrinación. Es aclamado como el patrón del pueblo bohemio y de la antigua Checoslovaquia.

Reflexión

El “buen rey Wenceslao” pudo encarnar su cristianismo en un mundo lleno de inestabilidad política. Si bien a menudo somos víctimas de violencia de otro tipo, podemos identificarnos fácilmente con su lucha por traer armonía a la sociedad. La llamada a implicarse en el cambio social y en la actividad política se dirige a los cristianos; los valores del evangelio son muy necesarios hoy en día.

28 de septiembre