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2 de septiembre | Beato Juan Francisco Burté y compañeros

Beato Juan Francisco Burté y compañeros

Historias del beato Juan Francisco Burté y sus compañeros

Estos sacerdotes fueron víctimas de la Revolución Francesa. Aunque su martirio abarca un período de varios años, permanecen juntos en la memoria de la Iglesia porque todos dieron su vida por el mismo principio. En 1791, la Constitución Civil del Clero requería que todos los sacerdotes prestaran juramento, lo que equivalía a una negación de la fe. Cada uno de estos hombres se negó y fue ejecutado.

John Francis Burté se hizo franciscano a los 16 años y después de la ordenación enseñó teología a los jóvenes frailes. Más tarde fue guardián del gran convento conventual de París hasta que fue arrestado y recluido en el convento de las Carmelitas.

Appolinaris de Posat nació en 1739 en Suiza. Se unió a los capuchinos y adquirió reputación como un excelente predicador, confesor e instructor de clérigos. Preparándose para su asignación a Oriente como misionero, estaba en París estudiando idiomas orientales cuando comenzó la Revolución Francesa. Rechazando el juramento, fue rápidamente arrestado y detenido en el convento carmelita.

Severin Girault, miembro de la Tercera Orden Regular, era capellán de un grupo de hermanas en París. Encarcelado con los demás, fue el primero en morir en la matanza del convento.

Estos tres más otros 182, incluidos varios obispos y muchos sacerdotes religiosos y diocesanos, fueron masacrados en la casa carmelita de París el 2 de septiembre de 1792. Fueron beatificados en 1926.

Nacido en 1737, Juan Bautista Triquerie se hizo franciscano conventual. Fue capellán y confesor de los monasterios de las Clarisas en tres ciudades antes de ser arrestado por negarse a prestar juramento. Él y 13 sacerdotes diocesanos fueron martirizados en Laval el 21 de enero de 1794. Fue beatificado en 1955.

Reflexión

“Libertad, Igualdad, Fraternidad” fue el lema de la Revolución Francesa. Si los individuos tienen “derechos inalienables”, como establece la Declaración de Independencia, estos deben provenir no del acuerdo de la sociedad, que puede ser muy frágil, sino directamente de Dios. ¿Creemos eso? ¿Actuamos en consecuencia?

2 de septiembre

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