La historia del beato César de Bus

Como muchos de nosotros, Caesar de Bus luchó con la decisión de qué hacer con su vida. Después de completar su educación jesuita, tuvo dificultades para decidirse entre la carrera militar y la literaria. Escribió algunas obras de teatro, pero finalmente se decidió por la vida en el ejército y en la corte.

Durante un tiempo, la vida iba bastante bien para el atractivo y adinerado joven francés. Estaba seguro de que había tomado la decisión correcta. Eso fue hasta que vio de primera mano las realidades de la batalla, incluidas las masacres de protestantes franceses del Día de San Bartolomé en 1572.

Cayó gravemente enfermo y se encontró revisando sus prioridades, incluida su vida espiritual. Cuando se recuperó, César había decidido convertirse en sacerdote. Después de su ordenación en 1582, emprendió un trabajo pastoral especial: enseñando el catecismo a la gente común que vivía en lugares abandonados, rurales y apartados. Sus esfuerzos fueron muy necesarios y bien recibidos.

Trabajando con su primo, César desarrolló un programa de catequesis familiar. El objetivo, evitar la herejía entre la gente, obtuvo la aprobación de los obispos locales. De estos esfuerzos surgió una nueva congregación religiosa: los Padres de la Doctrina Cristiana.

Una de las obras de César, Instrucciones para la familia sobre las cuatro partes del catecismo romano , se publicó 60 años después de su muerte.

Fue beatificado en 1975.

Reflexión

“Catequesis familiar” es un término familiar en la vida parroquial de hoy. Basados ​​en la certeza de que los niños aprenden su fe primero de sus padres, los programas que profundizan la participación de los padres en la educación religiosa se multiplican en todas partes. No existían tales programas en la época de César hasta que vio la necesidad y los creó. Otras necesidades abundan en nuestras parroquias, y depende de nosotros responder encontrando formas de satisfacerlas o uniéndonos a esfuerzos ya establecidos.

15 de abril