Envío gratis a partir de 99 USD$

7 de agosto | San Cayetano

San Cayetano

Historia de San Cayetano

Como la mayoría de nosotros, Cayetano parecía encaminado a una vida “ordinaria”, primero como abogado, luego como sacerdote comprometido con el trabajo de la Curia romana.

Su vida dio un giro característico cuando se unió al Oratorio del Amor Divino en Roma, un grupo dedicado a la piedad y la caridad, poco después de su ordenación a los 36 años. A los 42 años fundó un hospital para incurables en Venecia. En Vicenza, se unió a una comunidad religiosa "de mala reputación" que consistía solo en hombres de las condiciones más bajas de la vida, y sus amigos lo censuraron rotundamente, quienes pensaron que su acción era un reflejo de su familia. Buscó a los enfermos y pobres del pueblo y les sirvió.

La mayor necesidad de la época era la reforma de una Iglesia que estaba “enferma de cabeza y de miembros”. Cayetano y tres amigos decidieron que el mejor camino hacia la reforma residía en revivir el espíritu y el celo del clero. Juntos fundaron una congregación conocida como los Teatinos—de Teate [ Chieti ] donde su primer superior-obispo tuvo su sede. Uno de los amigos más tarde se convirtió en el Papa Pablo IV.

Consiguieron escapar a Venecia después de que su casa en Roma fuera destruida cuando las tropas del emperador Carlos V saquearon Roma en 1527. Los teatinos se destacaron entre los movimientos de reforma católicos que tomaron forma antes de la Reforma protestante. Cayetano fundó una monte de pieta— “montaña o fondo de piedad”—en Nápoles, una de las muchas organizaciones de crédito caritativas y sin fines de lucro que prestaban dinero con la garantía de objetos empeñados. El propósito era ayudar a los pobres y protegerlos contra los usureros. La pequeña organización de Cayetano finalmente se convirtió en el Banco de Nápoles, con grandes cambios en la política.

Reflexión

Si el Vaticano II hubiera sido detenido sumariamente después de su primera sesión en 1962, muchos católicos habrían sentido que se había asestado un gran golpe al crecimiento de la Iglesia. Cayetano tuvo el mismo sentimiento sobre el Concilio de Trento, celebrado de 1545 a 1563. Pero como él dijo, Dios es el mismo en Nápoles que en Venecia, con o sin Trento o Vaticano II. Nos abrimos al poder de Dios en cualquier circunstancia en la que nos encontremos, y se hace la voluntad de Dios. Los estándares de éxito de Dios difieren de los nuestros.

7 de agosto

Dejar un comentario

Por favor tenga en cuenta que los comentarios deben ser aprobados antes de ser publicados