La historia del beato Rafal Chylinski

Nacido cerca de Buk en la región de Poznan en Polonia, Melchior Chylinski mostró signos tempranos de devoción religiosa; los miembros de la familia lo apodaron “el pequeño monje”. Después de completar sus estudios en el colegio jesuita de Poznan, Melchor se unió a la caballería y fue ascendido al rango de oficial en tres años.

En 1715, contra la insistencia de sus camaradas militares, Melchor se unió a los franciscanos conventuales en Cracovia. Recibiendo el nombre de Rafal, fue ordenado sacerdote dos años más tarde. Después de asignaciones pastorales en nueve ciudades, llegó a Lagiewniki, donde pasó los últimos 13 años de su vida, excepto 20 meses atendiendo a las víctimas de inundaciones y epidemias en Varsovia. En todos estos lugares, Rafal se destacó por sus sermones sencillos y cándidos, por su generosidad, así como por su ministerio en el confesionario. Personas de todos los niveles de la sociedad se sintieron atraídas por la forma abnegada en que vivió su profesión religiosa y su ministerio sacerdotal.

Rafal tocaba el arpa, el laúd y la mandolina para acompañar los himnos litúrgicos. En Lagiewniki distribuyó alimentos, provisiones y ropa a los pobres. Después de su muerte, la iglesia conventual de esa ciudad se convirtió en un lugar de peregrinación para la gente de toda Polonia. Fue beatificado en Varsovia en 1991.

Reflexión

Los sermones predicados por Rafal fueron poderosamente reforzados por el sermón vivo de su vida. El Sacramento de la Reconciliación puede ayudarnos a armonizar nuestras elecciones diarias con nuestras palabras sobre la influencia de Jesús en nuestras vidas.

2 de diciembre