La historia del Beato Juan de Fiesole

El mecenas de los artistas cristianos nació alrededor de 1400 en un pueblo con vistas a Florencia. Comenzó a pintar cuando era niño y estudió bajo la atenta mirada de un maestro de pintura local. Se unió a los dominicos alrededor de los 20 años, tomando el nombre de Fra Giovanni. Eventualmente llegó a ser conocido como Fra Angelico, quizás un tributo a sus propias cualidades angelicales o quizás al tono devocional de sus obras.

Continuó estudiando pintura y perfeccionó sus propias técnicas, que incluían pinceladas anchas, colores vivos y figuras generosas y realistas. Miguel Ángel dijo una vez de Fra Angelico: “Hay que creer que este buen monje ha visitado el paraíso y se le ha permitido elegir sus modelos allí”. Cualquiera que sea su tema, Fra Angelico buscó generar sentimientos de devoción religiosa en respuesta a sus pinturas. Entre sus obras más famosas se encuentran la Anunciación y el Descendimiento de la Cruz, así como los frescos del monasterio de San Marco en Florencia.

También se desempeñó en posiciones de liderazgo dentro de la Orden Dominicana. En un momento, el Papa Eugenio se acercó a él para que sirviera como arzobispo de Florencia. Fra Angelico declinó, prefiriendo una vida más simple. Murió en 1455.

Reflexión

El trabajo de los artistas añade una maravillosa dimensión a la vida. Sin arte nuestras vidas estarían muy mermadas. Oremos por los artistas de hoy, especialmente por aquellos que pueden elevar nuestros corazones y mentes a Dios.

18 de febrero