19 de enero | San Fabián
La historia de San Fabián
Fabián era un laico romano que llegó a la ciudad desde su granja un día cuando el clero y el pueblo se preparaban para elegir un nuevo Papa. Eusebio, un historiador de la Iglesia, dice que una paloma voló y se posó sobre la cabeza de Fabián. Este signo unió los votos de clérigos y laicos, y fue elegido por unanimidad.
Dirigió la Iglesia durante 14 años y murió como mártir durante la persecución de Decio en el año 250 d. C. San Cipriano escribió a su sucesor que Fabián era un hombre “incomparable” cuya gloria en la muerte coincidía con la santidad y la pureza de su vida.
En las catacumbas de San Calixto, todavía se puede ver la piedra que cubría la tumba de Fabián, rota en cuatro pedazos, con las palabras griegas: "Fabian, obispo, mártir". San Fabián comparte la celebración de su fiesta litúrgica con San Sebastián el 20 de enero.
Reflexión
Podemos avanzar confiados hacia el futuro y aceptar el cambio que exige el crecimiento sólo si tenemos raíces firmes en el pasado, en una tradición viva. Unos pocos pedazos de piedra en Roma nos recuerdan que somos portadores de más de 20 siglos de una tradición viva de fe y coraje para vivir la vida de Cristo y mostrarla al mundo. Tenemos hermanos y hermanas que “nos han precedido con el signo de la fe”, como dice la Primera Plegaria Eucarística, para iluminarnos el camino.
19 de enero