La historia del Beato Antonio Lucci

Antonio estudió y fue amigo de San Francesco Antonio Fasani, quien después de la muerte de Antonio Lucci, testificó en las audiencias diocesanas sobre la santidad de Lucci.

Nacido en Agnone, en el sur de Italia, una ciudad famosa por la fabricación de campanas y artesanías de cobre, recibió el nombre de Angelo en el bautismo. Asistió a la escuela local dirigida por los franciscanos conventuales y se unió a ellos a la edad de 16 años. Antonio completó sus estudios para el sacerdocio en Asís, donde fue ordenado en 1705. Otros estudios lo llevaron a obtener un doctorado en teología y nombramientos como maestro en Agnone, Ravello y Nápoles. También se desempeñó como guardián en Nápoles.

Elegido ministro provincial en 1718, al año siguiente fue nombrado profesor en el Colegio de San Buenaventura en Roma, cargo que ocupó hasta que el Papa Benedicto XIII eligió a Antonio como obispo de Bovino en 1729. El Papa explicó: “He elegido como obispo de Bovino un eminente teólogo y un gran santo.”

Sus 23 años como obispo estuvieron marcados por visitas a parroquias locales y una renovación de la vivencia del evangelio entre la gente de su diócesis. Dedicó sus ingresos episcopales a obras de educación y caridad. A instancias del ministro general conventual, el obispo Lucci escribió un libro importante sobre los santos y beatos en los primeros 200 años de los franciscanos conventuales.

Antonio Lucci fue beatificado en 1989, tres años después de la canonización de su amigo Francesco Antonio Fasani. Su fiesta litúrgica se celebra el 25 de julio.

Reflexión

Como escribió el Papa Pablo VI en 1975, la gente de hoy “se impresiona más con los testigos que con los maestros, y si escuchan a estos es porque también dan testimonio” ( Evangelización en el mundo moderno , #41).

27 de julio