16 de mayo | Santa Margarita de Cortona
Historia de Santa Margarita de Cortona
Margaret nació de padres granjeros en Laviano, Toscana. Su madre murió cuando Margaret tenía siete años; la vida con su madrastra era tan difícil que Margaret se mudó. Durante nueve años vivió con Arsenio, aunque no estaban casados, y le dio un hijo. En esos años, tenía dudas sobre su situación. Algo así como San Agustín, oró por la pureza, pero no todavía.
Un día estaba esperando a Arsenio y en su lugar se encontró con su perro. El animal llevó a Margaret al bosque donde encontró a Arsenio asesinado. Este crimen llevó a Margaret a una vida de penitencia. Ella y su hijo regresaron a Laviano, donde no fue bien recibida por su madrastra. Luego fueron a Cortona, donde su hijo finalmente se convirtió en fraile.
En 1277, tres años después de su conversión, Margarita se convirtió en terciaria franciscana. Bajo la dirección de su confesor, que a veces tenía que ordenarle que moderara su abnegación, siguió una vida de oración y penitencia en Cortona. Allí estableció un hospital y fundó una congregación de hermanas terciarias. La pobre y humilde Margarita fue, como Francisco, devota de la Eucaristía y de la pasión de Jesús. Estas devociones alimentaron su gran caridad y atrajeron a los pecadores a ella en busca de consejo e inspiración. Fue canonizada en 1728.
Reflexión
Buscar el perdón es a veces un trabajo difícil. Se facilita encontrando personas que, sin banalizar nuestros pecados, nos aseguran que Dios se regocija con nuestro arrepentimiento. Ser perdonado levanta un peso y nos impulsa a actos de caridad.
16 de mayo