8 de mayo | San Pedro de Tarentaise
Historia de San Pedro de Tarentaise
Hay dos hombres llamados San Pedro de Tarentaise que vivieron con un siglo de diferencia. El hombre al que honramos hoy es el joven Pedro, nacido en Francia a principios del siglo XII. El otro hombre con el mismo nombre se convirtió en el Papa Inocencio Quinto.
El Pedro en el que nos estamos enfocando hoy se convirtió en monje cisterciense y finalmente se desempeñó como abad. En 1142, fue nombrado arzobispo de Tarentaise, reemplazando a un obispo que había sido depuesto por corrupción. Peter abordó su nueva tarea con vigor. Trajo reformas a su diócesis, reemplazó al clero laxo y se acercó a los pobres. Visitaba regularmente todas las partes de su diócesis montañosa.
Después de una década como obispo, Peter “desapareció” durante un año y vivió tranquilamente como hermano lego en una abadía en Suiza. Cuando lo descubrieron, persuadieron al obispo reacio a que regresara a su puesto. Volvió a centrar muchas de sus energías en los pobres.
Peter murió en 1175 cuando regresaba a casa después de una misión papal fallida para reconciliar a los reyes de Francia e Inglaterra.
Reflexión
Probablemente conocemos a muchas personas que agradecerían la oportunidad de recibir algún honor o puesto honorífico. Les encanta la idea del glamour y la gloria. Pero santos como Pedro de Tarentaise nos recuerdan que la humildad y la evitación de la gloria es el camino del Evangelio.
8 de mayo